El ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, ha declarado el cierre del último consulado de Rusia en Polonia, situado en Gdansk, como respuesta a un presunto acto de sabotaje atribuido a Moscú contra la red ferroviaria del país. Este incidente, que tuvo lugar hace unos días, ha elevado las tensiones entre ambos países.
Sikorski ha recordado que se ha advertido repetidamente a Rusia de que las acciones hostiles llevarían a una reducción de su representación diplomática en suelo polaco. “Cuando la intención detrás del espionaje y el sabotaje es causar bajas humanas, ya estamos ante terrorismo de Estado”, declaró Sikorski en una conferencia de prensa citada por la agencia PAP.
El ministro se refirió a intentos recientes de sabotaje que “podrían haber causado un accidente ferroviario y la muerte de muchas personas”, específicamente un incidente el domingo en una sección del sistema ferroviario que une Varsovia con Lublin, calificándolo también como un acto de “terrorismo de Estado”. Añadió que se tomarán más medidas, no solo diplomáticas, en respuesta.
A pesar de estas acciones, Sikorski aclaró que Polonia no busca romper relaciones totalmente con Moscú, señalando que incidentes similares han ocurrido en otros países sin que se suspendieran las relaciones diplomáticas. La embajada rusa en Varsovia, por tanto, seguirá operativa.
Mientras tanto, Rusia ha rechazado cualquier responsabilidad por los incidentes mencionados.
