El Ministerio del Interior de Polonia ha decidido extender las medidas de seguridad en su límite fronterizo con Bielorrusia, en un contexto de creciente tensión diplomática con Minsk. Este último ha citado a Krzisztof Ozanna, encargado de negocios de Polonia, este viernes para expresar su inconformidad tras la detención de un ciudadano polaco acusado de espionaje.
Mantener la zona de amortiguación es necesario debido a la creciente presión migratoria desde Bielorrusia. La frontera polaco-bielorrusa, sellada en casi un 98 por ciento, es crucial para la seguridad de Polonia y de toda la Unión Europea
, explicó Marcin Kierwinski, ministro del Interior polaco, mediante un comunicado.
Desde junio hasta agosto, la Guardia Fronteriza polaca ha registrado 13.800 intentos de cruzar la frontera de manera ilegal, comparado con los 7.500 casos en el mismo lapso del año pasado, lo que supone un incremento del 83 por ciento.
La zona de amortiguación de 200 metros ha sido fortalecida para mejorar la protección y garantiza la seguridad
con el fin de controlar la migración irregular y contrarrestar las operaciones de bandas criminales que organizan intentos de cruce masivos hacia Polonia.
El mismo día del anuncio, el Ministerio de Exteriores de Bielorrusia envió una nota de protesta a Varsovia por la detención de Grzegorz Havel, de 27 años, a quien Minsk acusa de recopilar datos confidenciales sobre maniobras e instalaciones militares.