Este jueves, las autoridades portuguesas han dado luz verde a un conjunto de 45 medidas destinadas a apoyar a individuos y negocios que han sido perjudicados por recientes incendios. Este plan de acción, presentado por el primer ministro, Luís Montenegro, busca una pronta recuperación sin necesidad de proclamar un estado de calamidad, a pesar de las solicitudes de algunos partidos y gobiernos locales.
«El país está conmocionado», declaró Montenegro, asegurando que su administración se esforzará al máximo para «minimizar el sufrimiento» de los afectados. Según informes de la cadena RTP, a pesar de haber desplegado el mayor operativo de respuesta registrado, no todo ha funcionado adecuadamente.
En una reunión del Consejo de Ministros Extraordinario en Viseu, Montenegro admitió errores en la gestión de la crisis y destacó la importancia de proteger a la población y las viviendas, proponiendo una evaluación de las políticas de prevención existentes.
Entre las nuevas iniciativas se encuentran el aumento de la asistencia médica en las regiones incendiadas, soporte económico para familias y empresas, y la cobertura total de los costos de reconstrucción de hogares hasta 250.000 euros. Además, se ha introducido una herramienta legislativa que facilitará la implementación de estas medidas mediante una simple resolución del Consejo de Ministros.
