Este martes, el gobierno de Estados Unidos ha emitido cargos oficiales contra Vance Boelter, implicándolo en seis cargos federales por el homicidio de la congresista demócrata de Minnesota, Melissa Hortman y su cónyuge, así como por ataques a John Hoffman, senador del mismo partido y estado, y su esposa.
‘Hoy, un gran jurado acusó formalmente a Boelter con los cargos federales más graves por estos atroces asesinatos políticos. Seamos claros: Boelter verá justicia’, declaró el fiscal federal interino Joseph Thompson en un anuncio del Departamento de Justicia de EE. UU.
Boelter, quien tiene 57 años, podría enfrentarse a la pena de muerte o cadena perpetua, como indica el informe del Departamento de Justicia, por ‘acoso y asesinato de Melissa y Mark Hortman, acoso y disparo de John e Yvette Hoffman, y el intento de disparo de (la hija de éstos) Hope Hoffman’.
‘Vance Boelter planeó y ejecutó una noche de terror que conmocionó a Minnesota hasta sus cimientos. Llevó a cabo asesinatos políticos selectivos como nunca antes se habían visto en Minnesota’, expuso el fiscal, describiendo el caso como ‘un atentado contra el Estado de derecho’.
El acusado admitió sus crímenes en una carta enviada al director del FBI, Kash Patel, que fue hallada en su vehículo después de huir. En ella, Boelter afirmó que actuó siguiendo órdenes del gobernador de Minnesota, Tim Walz.
Según el fiscal, y reportado por ‘The Washington Post’, esta afirmación parece ser un intento de ‘excusar sus crímenes’. ‘Soy el tirador prófugo en Minnesota involucrado en los dos tiroteos’, indica la carta, añadiendo que Walz le había ordenado asesinar a las senadoras Amy Klobuchar y Tina Smith porque ‘Tim quiere ser senador’.
Mientras tanto, Walz no ha comentado al respecto, aunque un portavoz citado por el periódico simplemente comentó que ‘la tragedia sigue siendo profundamente perturbadora para todos los habitantes de Minnesota’.
El juicio contra Boelter está programado para noviembre de este año.