El presidente de República Checa, Peter Pavel, confirmó que este martes procederá a nombrar a Andrej Babis, líder del partido populista ANO (Sí), como nuevo primer ministro del país. El paso se produce después de que Babis se haya comprometido a traspasar la gestión de su conglomerado Agrofert a una estructura independiente con el objetivo de eliminar cualquier posible conflicto de intereses.
En un mensaje publicado en su perfil de la red social X, el jefe del Estado ha subrayado: “Aprecio la forma clara y comprensible en que Andrej Babis ha cumplido nuestro acuerdo y ha anunciado públicamente la forma en que resolverá su conflicto de intereses”, precisando además que el acto de nombramiento tendrá lugar este 9 de diciembre a las 9.00 horas (hora local).
En esa misma comunicación, Pavel ha incidido en que con esta decisión “respeto los resultados de las elecciones a la Cámara de Diputados del Parlamento y el curso de las negociaciones para la formación de un Gobierno de coalición”, en referencia a los comicios legislativos celebrados a comienzos de octubre, en los que el ANO se impuso al resto de formaciones.
El anuncio del presidente ha llegado poco después de que el propio Babis difundiera un vídeo en la misma plataforma, en el que comunicaba su determinación de “no volver a la empresa Agrofert, con la que no tendré nada en común, nunca seré su propietario, no tendré ninguna relación económica con ella y no mantendré ningún contacto con ella”.
El dirigente de ANO reconoció que la ruptura con el grupo empresarial supone un sacrificio personal: “Este paso, que supera con creces los requisitos de la ley, no ha sido fácil para mí. He construido la empresa durante casi la mitad de mi vida y lamento mucho tener que dejar la Presidencia de la fundación Agrofert”, afirmó, antes de remarcar que se trata de una decisión que, según sus palabras, “nunca pensé que daría”.
Babis detalló que, en sustitución de su liderazgo directo, se implantará una “estructura fiduciaria (que) será gestionada por un investigador independiente, que estará controlado por un protector independiente”. “Ambas personas serán designadas por el fundador del fondo, es decir, una persona independiente que se ocupa de la creación de este tipo de estructuras”, añadió, puntualizando que ninguna de estas figuras podrá ser “miembros de la familia ni personas asociadas a Agrofert” ni depender “económicamente” del grupo ni de él mismo.
El futuro primer ministro insistió en que “se trata de una solución irreversible”, recordando que “ya prometí claramente antes de las elecciones que resolvería mi conflicto de intereses”.
En República Checa rige desde hace años una normativa específica que restringe la capacidad de los cargos públicos para influir en compañías que reciben financiación estatal o fondos procedentes de la Unión Europea. Babis ya se vio afectado por esta legislación durante su anterior etapa al frente del Gobierno (2017-2021), cuando optó por transferir sus participaciones a varios fideicomisos. Sin embargo, este mismo año confirmó que había recuperado la propiedad total del holding.
El magnate, considerado la séptima mayor fortuna de República Checa, un país de 10,9 millones de habitantes según la clasificación de Forbes, vuelve ahora al primer plano político en medio del debate sobre la separación entre poder económico y responsabilidad pública.










