El presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, ha declarado este sábado que llevará a cabo una investigación detallada sobre el colapso ocurrido en la central térmica de Ulsan, donde fallecieron siete personas, y ha asegurado que impondrá severas sanciones a los culpables, sin considerar su posición o rango.
“Investigaremos a fondo si la gestión de la seguridad en la obra fue deficiente o si se realizaron trabajos excesivos bajo presión para acortar el plazo de construcción. Mediante una investigación exhaustiva y rápida, determinaremos con claridad la causa del accidente y los responsables serán severamente sancionados, independientemente de su cargo o puesto”, afirmó el mandatario en una publicación de Facebook.
El presidente Lee ha reafirmado su compromiso con la seguridad nacional diciendo que se trata de “un accidente que no debería haber ocurrido” y, como principal garante de la seguridad del pueblo surcoreano, se ha comprometido a que una “tragedia” de esta índole “no vuelva a ocurrir jamás”.
Este anuncio se ha producido simultáneamente con el descubrimiento del cuerpo de un séptimo trabajador, ocho días después de la tragedia, identificado como “la última persona desaparecida tras su derrumbe”.
En medio de este doloroso contexto, Lee ha ofrecido sus “más sinceras disculpas” a los familiares y amigos de las víctimas y ha solicitado a “los ministros competentes” que “revisen exhaustivamente el estado de seguridad de todos los centros de trabajo”, además de exigir “inspecciones de seguridad en los lugares de trabajo con riesgos relacionados con el invierno, sin excepción”.
El trágico suceso ocurrió el jueves 6 de noviembre, cuando la estructura de la torre, que medía unos 60 metros y estaba en proceso de demolición, se vino abajo, dejando a varios trabajadores sepultados bajo los escombros y restos metálicos. La torre había cesado operaciones en 2021, tras cuarenta años de funcionamiento, y se encontraba en fase de desmantelamiento en el momento del colapso. Las operaciones de búsqueda y recuperación continúan mientras se investigan las causas precisas del derrumbe.











