El mandatario de Irán, Masud Pezeshkian, ha reiterado la urgencia de considerar trasladar la capital del país desde Teherán hacia la región de Makran, situada en el sureste costero, como respuesta a la persistente sequía que afecta a la provincia. Durante un diálogo con pensadores en Qazvin, Pezeshkian expresó que no hay “más opciones” además de actuar frente a esta crisis ambiental.
‘La realidad es que ya no tenemos opción. Es una necesidad. No podemos sobrecargar esta región con más población y construcciones. Podemos ayudar a su desarrollo, pero no podemos resolver su problema de agua’, destacó el presidente. Además, señaló el elevado costo de transportar agua desde el Golfo Pérsico, rondando los 500.000 tomanes (10 euros) por metro cúbico, y cuestionó: ‘¿Es lógico pagar semejante precio por un metro cúbico de agua?’
Por su parte, Abbas Aliabadi, ministro de Energía de Irán, anunció a comienzos de noviembre la implementación de cortes periódicos en el suministro de agua en Teherán debido a la baja reserva en la presa de Amir Kabir. Ya en enero, se había considerado la posibilidad de mover la capital a la costa del golfo de Omán, debido a problemas como la superpoblación y el hundimiento del suelo, que alcanza hasta 30 centímetros en algunas zonas de Teherán por la extracción excesiva de los acuíferos.
