En una reciente reunión, el presidente libanés Joseph Aoun le expresó al secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, Alí Lariyani, su firme oposición a ‘cualquier injerencia’ en la política interna de Líbano, tras críticas de Teherán hacia las políticas de desarme de Hezbolá en el país.
‘Rechazamos cualquier injerencia en nuestros asuntos internos y deseamos que Líbano se mantenga seguro y estable para el beneficio de todos los libaneses sin discriminación. Líbano, que no interfiere en absoluto en los asuntos de ningún otro país y respeta su privacidad, incluido Irán, no acepta que nadie interfiera en sus asuntos internos’, afirmó Aoun.
Además, Aoun destacó la disposición de Líbano a colaborar bilateralmente ‘dentro de los límites de la soberanía y la amistad, basados en el respeto mutuo’, aunque criticó las actitudes de algunos oficiales iraníes, calificándolas de ineficaces. ‘Todos han pagado un alto precio por buscar apoyo externo contra otros libaneses en su propio país, y la lección que aprenderemos es que ninguna parte, sin excepción, puede portar armas ni buscar apoyo externo. El Estado libanés y sus Fuerzas Armadas son responsables de la seguridad de todos los libaneses sin excepción’, explicó según un comunicado de la Presidencia.
Por otro lado, Lariyani, quien también asesora al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, reiteró que ‘Irán no tiene intención de interferir en los asuntos de ningún país, incluido Líbano’, y señaló a Estados Unidos como el verdadero entrometido.
En un encuentro posterior con el primer ministro libanés, Nawaf Salam, éste reafirmó la posición de Líbano de no ser usado como campo de batalla para conflictos externos y enfatizó la soberanía nacional en la toma de decisiones. ‘Nuestras decisiones soberanas se derivan de nuestro interés nacional, incluyendo cualquier plan o calendario’, dijo Salam, comprometiéndose a usar todas las vías políticas, diplomáticas y legales para hacer frente a las ocupaciones israelíes y sus agresiones.
Finalmente, Salam subrayó la tradición de Líbano en la defensa de la causa palestina, rechazando cualquier lección externa y criticando las recientes declaraciones de funcionarios iraníes como una violación de las normas diplomáticas y el respeto a la soberanía.
















