Ante las críticas vertidas por Donald Tusk, el presidente de Polonia, Karol Nawrocki, decidió cancelar su encuentro programado con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Nawrocki, de ideología conservadora, ha optado por no mantener la cita prevista en el contexto de las tensiones políticas actuales.
Tusk criticó la reunión el pasado viernes, argumentando que este tipo de encuentros entre Nawrocki y Orbán podría ser visto como un desafío a la posición proeuropea y oficial de Polonia respecto al conflicto ucraniano. Es importante destacar que Orbán ha mostrado recientemente una postura más cercana a Moscú, divergiendo de la línea general de la Unión Europea y buscando fortalecer lazos con el presidente ruso, Vladimir Putin.
La reunión estaba agendada para el 4 de diciembre, justo después de la cumbre del Grupo de Visegrado en Esztergom, Hungría. Sin embargo, los recientes movimientos diplomáticos y las declaraciones de Orbán tras su visita a Putin complicaron el panorama. Este último encuentro se produjo simultáneamente con los intentos de Estados Unidos de mediar en un acuerdo de paz en Ucrania y la crisis política en Kiev por la renuncia de Andri Yermak, asesor del presidente, debido a un escándalo de corrupción.
«Orbán visita a Putin, Nawrocki visita a Orbán. Caos en las negociaciones sobre el plan de paz Witkoff y una crisis política en Kiev. Una combinación desastrosa», declaró Tusk, reflejando su preocupación por la situación. Marcin Przydacz, asesor presidencial polaco, confirmó a través de la red social X que Nawrocki limitará su agenda en Hungría a la cumbre de presidentes, descartando cualquier encuentro con el primer ministro húngaro.