El primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, ha asegurado este viernes que el país está recibiendo migrantes expulsados por Estados Unidos en virtud de un acuerdo cerrado con Washington, con el que, según ha subrayado, mantiene “buenas relaciones” pese a los “desacuerdos” en torno a Serbia.
Kurti ha recordado que “Cuando Estados Unidos nos preguntó si aceptábamos refugiados procedentes de Afganistán, dijimos que sí inmediatamente. También estamos aceptando a aquellos que Estados Unidos no quiere en su territorio y, si no me equivoco, uno de cada dos de ellos están ahora aquí. Hemos acordado aceptar 50”, tal y como ha señalado en una entrevista concedida al canal de televisión Kanal 10.
El dirigente kosovar ha admitido que en varias ocasiones las autoridades de Pristina han cuestionado la posición de Estados Unidos respecto a Serbia, aunque ha matizado que no espera que Washington “adopte la misma postura que tiene Kosovo” sobre el país vecino, con el que arrastra conflictos históricos.
En este sentido, ha remarcado que “Estados Unidos ha reconocido Serbia pero también reconoce Kosovo. Son nuestros amigos y aliados. Incluso se han convertido en un aliado irreemplazable y un socio vital”, y ha puesto en valor la “buena relación entre las partes a nivel comercial, diplomático y militar”.
No obstante, en septiembre pasado el Gobierno estadounidense anunció la suspensión indefinida del diálogo estratégico con Kosovo debido a las medidas adoptadas por el Ejecutivo de Kurti en el norte del territorio, de mayoría serbia, al considerar que suponían un desafío para las relaciones bilaterales, entre ellas la iniciativa de eliminar las matrículas serbias y reemplazarlas por placas kosovares.
Kurti ha defendido estas decisiones y ha insistido en que forman parte de un esfuerzo por “extender el Estado de Derecho en el norte” conforme a la Constitución y a la legislación de Kosovo, pese a las críticas formuladas desde la comunidad internacional.










