El gobierno de India ha anunciado la prolongación del toque de queda en Ladaj, una región montañosa del norte de Cachemira, en medio de crecientes tensiones y disputas territoriales con China. Las protestas, que claman por la autonomía regional, continúan intensificándose.
Según reportes del diario ‘The Hindu’, las fuerzas de seguridad han incrementado sus patrullajes tras confirmar la muerte de cuatro personas y cerca de 80 heridos en los disturbios recientes. Además, han detenido a aproximadamente 50 personas desde el inicio de las manifestaciones, que se desataron después de que quince activistas, incluyendo al prominente Sonam Wangchuk, iniciaran una huelga de hambre el 10 de septiembre.
Los manifestantes han reanudado las protestas callejeras, demandando justicia por las muertes y mejores condiciones de acceso a empleos públicos, además de exigir investigaciones detalladas sobre los fallecimientos ocurridos.
En 2019, el primer ministro Narendra Modi revocó la autonomía de Cachemira, dividiendo la región en dos territorios federales directamente administrados desde Nueva Delhi. Desde entonces, el enclave de Ladaj ha perdido su autonomía efectiva, lo que ha exacerbado las tensiones en la zona.
El Gobierno sigue responsabilizando a Wangchuk por el ‘levantamiento’ y afirma que el activista ‘sigue lanzando comentarios provocativos’ en busca de una solución ‘política’ a medida que continúan las negociaciones con los líderes de Ladaj.