Este lunes, una multitud de estudiantes de yeshivas ultraortodoxas se concentró frente a la cárcel militar de Beit Lid, en Israel, para protestar por el encarcelamiento de Ariel Shamai, un alumno de estas escuelas talmúdicas, quien se ha negado a cumplir con el servicio militar obligatorio.
La mayoría de los manifestantes portaban gorras amarillas, un color que previamente se usó para simbolizar la demanda de liberación de los rehenes en Gaza, y proclamaban consignas parecidas.
‘Devolvedlos a la yeshiva ¡ahora!’, se podía leer en las gorras, un eco del lema ‘Devolvedlos a casa ¡ahora!’ utilizado por los familiares de los rehenes durante el cautiverio hasta la tregua del 10 de octubre pasado.
La detención de Shamai se produjo la semana anterior por parte de la Policía Militar, al oponerse a servir en el ejército, servicio que normalmente dura dos años y es mandatorio para todos los ciudadanos israelíes adultos, salvo para los estudiantes ultraortodoxos.
Recientemente, tras un ataque de milicias en Gaza el 7 de octubre de 2023, el gobierno ha instaurado reformas que también obligan a los religiosos a enlistarse, a pesar del rechazo de los partidos ultraortodoxos del gobierno de Benjamin Netanyahu.
‘Nos acusan de usar los símbolos de los rehenes, pero Ariel fue arrancado de su hogar. Los rehenes son nuestros también. Por ellos estudiábamos y rezábamos, deseando su liberación’, expresó el rabino Sholom Ber Sorotzkin, líder de la red de yeshivas Ateret Shlomo y organizador del evento, según informó ‘The Times of Israel’.
El mismo día, el partido Facción Jerusalén reportó la detención de otro estudiante de yeshiva por no acudir a una convocatoria militar.
Al final de julio, las autoridades israelíes emitieron 54.000 órdenes de reclutamiento a miembros de la comunidad ultraortodoxa haredí, a pesar de las continuas tensiones y protestas por la obligación del servicio militar, cuyos miembros generalmente se dedican al estudio de la Torá y ejercen la objeción de conciencia por razones religiosas.
