La ciudadanía tunecina salió de nuevo a las calles en la noche de este sábado para manifestarse contra el Gobierno, en una movilización impulsada por la reciente detención del opositor Ayachi Hammami, ya condenado anteriormente a prisión por delitos contra el Estado. Los manifestantes denuncian que este caso vuelve a poner de relieve el carácter cada vez más autocrático del presidente Kais Saied.
Se trata de la tercera manifestación en tres semanas, organizada por el Partido Republicano de Túnez y celebrada en la capital del país. Según detalla la agencia oficial de noticias TAP, la marcha partió de la plaza del Mártir Helmi al Manaei y avanzó hacia la céntrica calle Habib Bourguiba.
Durante la protesta, los asistentes reclamaron de nuevo “la despenalización de la oposición y la liberación del espacio público”, demandas que expresaron mientras avanzaban escoltados por un amplio dispositivo de seguridad policial desplegado para prevenir altercados.
La oposición acusa a Saied de haber instaurado un sistema de corte dictatorial tras asumir para sí las competencias del Parlamento y preparar su reelección en las presidenciales de 2024, unos comicios que sus detractores califican de farsa y que se desarrollan en un contexto de participación mínima.
Antes del arresto de Hammami, la Sala Penal especializada en casos de terrorismo del Tribunal de Apelación de Túnez había confirmado el viernes 28 de noviembre una condena firme de cinco años de prisión contra el opositor por “conspirar contra la seguridad del Estado”.
En paralelo, otras figuras destacadas del bloque opositor, como Ghazi Chaouachi, Issam Chebbi, Jawahar Ben Mbarek, Ridha Belhaj y Chaima Issa, ya habían sido sentenciadas con penas de hasta 20 años de cárcel.