El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó este miércoles a los Estados europeos de haber llevado de forma consciente a Ucrania al conflicto armado y reprochó que estén alimentando entre sus ciudadanos el temor a un gran enfrentamiento mundial. “Esto es un disparate”, afirmó.
Según Putin, la supuesta amenaza rusa contra Europa “es una mentira deliberada” que ignora los intereses reales de la población del continente. Así lo expresó durante una reunión celebrada este miércoles con la cúpula del Ministerio de Defensa, en la que se revisó, entre otros asuntos, el balance del último año de guerra en Ucrania.
“En Europa, a sus ciudadanos les meten en la cabeza el miedo a un inevitable choque con Rusia (...) y están aumentando cada vez más la histeria”, denunció el mandatario, que responsabilizó a quienes continúan recurriendo “al lenguaje de la fuerza” con Rusia de cualquier fracaso en las conversaciones.
Putin defendió que “La verdad es que Rusia siempre, en las circunstancias más difíciles, se ha esforzado hasta el final, allí donde había la más mínima posibilidad, por encontrar soluciones diplomáticas a las contradicciones y conflictos”.
El jefe del Kremlin insistió en que “No fuimos nosotros quienes comenzamos la guerra en 2022; fueron las fuerzas destructivas en Ucrania, apoyadas por Occidente; en esencia, fue el propio Occidente quien inició esta guerra”, reiterando que Moscú no es responsable del estallido del conflicto.
En esa línea, subrayó que todos los intentos de “acabar con Rusia” —ya sea por vía militar, mediante el respaldo “al separatismo y el terrorismo, o en forma de sanciones— “han fracasado por completo”.
A pesar de ello, Putin aseguró que el Gobierno ruso mantiene su disposición a entablar conversaciones con las capitales europeas para “resolver por vía pacífica todos los problemas que surgieron en los últimos años”, aunque lamentó que ve pocas opciones reales de avance debido a la postura de las actuales élites políticas occidentales.
No obstante, advirtió de que Moscú está preparada para utilizar la fuerza con el objetivo de lograr “la liberación de sus tierras históricas” —en referencia al este de Ucrania— si Kiev y “sus patrocinadores extranjeros” siguen rechazando una negociación seria.
En este contexto, celebró que en 2025 las tropas rusas consiguieron “liberar” más de 300 localidades en el este ucraniano. “Nos enorgullecemos de las hazañas de nuestros soldados que luchan en el frente”, ensalzó, poniendo también el foco en las “cientos de miles” de deserciones que, según él, habrían afectado al Ejército de Ucrania.
El presidente ruso dedicó además un mensaje al exmandatario de Estados Unidos, Donald Trump, respaldando en parte su planteamiento de que, con él en la Casa Blanca, la guerra no se habría producido. “Esto podría ser así porque la administración anterior provocó de manera deliberada este conflicto armado”, sostuvo.
Putin reservó igualmente palabras de reconocimiento para los “camaradas norcoreanos”, a los que consideró clave en la “liberación” de la provincia de Kursk. “Hombro con hombro con los soldados rusos, combatieron con valentía y coraje al enemigo” y participaron en complejas tareas de desminado, destacó.
Moscú acusa a la OTAN de preparar un enfrentamiento
En la reunión intervino también el ministro de Defensa, Andrei Belousov, quien alertó de que las maniobras más recientes de la OTAN apuntan a un posible conflicto armado directo con Rusia.
Belousov se refirió al incremento del presupuesto de la Alianza y a las presiones sobre sus socios para que destinen el 5 por ciento del PIB al gasto militar. “Todo esto indica que la OTAN se prepara para un enfrentamiento militar con Rusia” tal y como sus líderes “lo han declarado reiteradamente y de forma abierta”, afirmó.
“Los planes de la Alianza exigen que estemos preparados para ello en la década de 2030”, advirtió, al tiempo que sostuvo que esta estrategia está creando las condiciones para que la guerra en Ucrania se prolongue en 2026. “Están prolongando el conflicto con la esperanza de debilitar a nuestro país al máximo”, aseguró.
El ministro detalló que “Se acelera el despliegue de tropas de la Alianza en el flanco oriental (...) La OTAN continúa reforzando sus fuerzas de coalición, se realizan preparativos para el despliegue de misiles de mediano alcance, se actualiza la lista de municiones nucleares”.
Para responder a este escenario, Belousov planteó como prioridad seguir reforzando las “fuerzas nucleares estratégicas”, que consideró esenciales para disuadir cualquier agresión.
En relación con el frente de batalla, pronosticó que las Fuerzas Armadas ucranianas están abocadas al “colapso” tras haber perdido, según sus datos, en este año a unos 500.000 militares y más de 103.000 equipos y sistemas de armas, ser expulsadas de la provincia rusa de Kursk y ceder “importantes” posiciones defensivas en Donbás y Zaporiyia.
“Este año, el potencial de combate de las Fuerzas Armadas ucranianas se ha reducido en un tercio (...) han perdido casi 500.000 efectivos”, afirmó el ministro, que añadió que Kiev habría perdido la capacidad de reponer sus filas recurriendo a “la movilización forzada de su población”.