El mandatario ruso, Vladimir Putin, ha estado al frente de un ejercicio militar que ha puesto a prueba la capacidad de las fuerzas nucleares estratégicas de Moscú. La actividad ha contado con la participación de unidades terrestres, navales y aéreas, donde se han realizado simulacros de lanzamiento de misiles balísticos intercontinentales y misiles de crucero.
Desde el Kremlin, mediante un comunicado, se ha informado que los ejercicios incluyeron el lanzamiento de un misil balístico intercontinental tipo Yars desde un cosmódromo en Kamchatka, así como de un misil balístico Sineva desde un submarino nuclear en el mar de Barents. Además, varios bombarderos estratégicos Tu-95MS ejecutaron lanzamientos de “misiles aire-tierra”.
“Las maniobras permitieron probar el nivel de preparación de los organismos militares de mando y control y las capacidades prácticas del personal operativo”, destacando que “las prácticas de lanzamiento estuvieron controladas por el Centro Nacional de Control de Defensa de la Federación Rusa”. “Todas las tareas han sido completadas”, se concluyó en el comunicado.
Estas maniobras se realizan periódicamente por parte de Rusia para evaluar su capacidad y preparación frente a posibles amenazas. Este último ejercicio ocurre en un contexto de crecientes tensiones debido a la invasión de Ucrania iniciada en febrero de 2022, y la continua falta de progreso en las negociaciones diplomáticas, incluyendo las solicitudes de Kiev a Estados Unidos para el suministro de misiles Tomahawk.














