Al menos 15 personas han sido arrestadas este sábado en Suecia después de que la Policía cargara contra los asistentes a una contramanifestación organizada para mostrar su rechazo a una marcha impulsada por un simpatizante del llamado Movimiento de Resistencia Nórdico, una agrupación de ideología neonazi.
La movilización se ha desarrollado en la localidad de Salem, próxima a la capital, Estocolmo. Entre los años 2000 y 2010, esta ciudad fue escenario de concentraciones de extrema derecha con el objetivo de recordar el asesinato, el 9 de diciembre de 2000, de un joven de 17 años vinculado al movimiento supremacista blanco.
Con el paso del tiempo, estas convocatorias fueron perdiendo fuerza, pero este sábado los nazis han vuelto a recorrer las calles de Salem. En torno a un centenar de personas han participado en la marcha, que contaba con autorización de las autoridades suecas bajo el amparo de la libertad de expresión, pese a que el primer ministro sueco, Ulf Kirstersson, ha repudiado las “aborrecibles creencias” asociadas a la iniciativa.
En paralelo, se ha reunido una contramanifestación de más de 150 personas que, a diferencia de la marcha neonazi, no disponía de permiso policial. Los agentes han intervenido con una carga y han empleado gas pimienta para dispersar a los congregados que protestaban contra la manifestación neonazi, según ha detallado la portavoz policial, Ola Österling, al diario “Aftonbladet”.
Kristersson, en un mensaje publicado en su perfil de X, ha expresado que “lo que vemos hoy en Salem es una expresión de creencias aborrecibles y una visión terrible de la humanidad” antes de subrayar que “el nazismo y el extremismo de derecha no tienen cabida en nuestro país porque van en contra de todo lo que creemos: libertad, igualdad y democracia”.
“En Suecia tenemos una amplia libertad de expresión y de manifestación, pero no hay lugar para el antisemitismo ni la xenofobia. Aquí, nadie debería preocuparse por su propia seguridad ni por la de los demás, independientemente de su religión o etnia, de si nació aquí o tiene antecedentes en otras partes del mundo. Eso es innegociable”, ha remarcado el jefe del Gobierno sueco.
