Los servicios de Inteligencia de Reino Unido han asegurado este martes que “los ciudadanos urbanos de etnia rusa” están siendo incorporados “en cifras desproporcionadamente bajas” a las fuerzas que combaten en Ucrania, en el contexto de la invasión iniciada en febrero de 2022 por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
Según estas fuentes, “si bien Rusia ha sufrido unas tasas elevadas de bajas desde el lanzamiento de la ilegal invasión a gran escala de Ucrania en 2022, incluidos probablemente más de 400.000 muertos y heridos en 2025 y 2024, los ciudadanos urbanos de etnia rusa siguen contribuyendo en cifras desproporcionadamente bajas en las filas militares y en las bajas, respecto al resto de la población”.
El informe destaca además que “el medio independiente ruso Proekt informó recientemente de los resultados de un estudio a gran escala que muestra que menos del uno por ciento de los funcionarios rusos tienen familiares que hayan participado en la invasión ilegal”, tal y como recoge un comunicado difundido por el Ministerio de Defensa británico en su cuenta en la red social X.
De acuerdo con el análisis británico, “al centrar desproporcionadamente los esfuerzos de reclutamiento en regiones empobrecidas, a menudo pobladas mayormente por minorías étnicas, el aparato estatal ruso aprovecha mejor los incentivos financieros, al tiempo que limita el impacto en aquellas partes de la población rusa que viven en zonas urbanas y que tienen mayor peso político”.
En la misma línea, los servicios de Inteligencia subrayan que “es casi seguro que Putin y la cúpula rusa están preparados para tolerar unas cifras continuamente elevadas mientras esto no afecte negativamente al apoyo del público y las élites a la guerra y estas bajas puedan ser reemplazadas” con el fin de sostener el esfuerzo bélico en Ucrania.