El Reino Unido ha revelado recientemente la imposición de sanciones contra dos altos oficiales militares rusos, específicamente el responsable de las fuerzas de defensa química, radiológica y biológica de las Fuerzas Armadas de Rusia, el general de división Alexéi Rtishchev, y su segundo al mando, el general de división Andrei Marchenko.
De acuerdo con la información proporcionada por las autoridades británicas, Rtishchev y Marchenko «son o han sido responsables de participar o promover actividades prohibidas relacionadas con armas químicas» y se les ha vinculado con la transferencia y empleo de estas en territorio ucraniano.
Además, en esta ronda de sanciones, el gobierno del Reino Unido ha agregado al Instituto de Investigación Científica de Química Aplicada a la lista negra. Este instituto ha suministrado al ejército ruso granadas antidisturbios RG-VO, las cuales han sido empleadas «como método de guerra contra Ucrania» en violación de la Convención sobre Armas Químicas.
Estas medidas llegan tras las acusaciones por parte de la Inteligencia alemana, realizadas el viernes anterior, donde se señala un incremento en el uso de estas armas por parte de Rusia, considerándose ya una «práctica habitual» dentro del conflicto armado.
Ya en enero de 2024, Kiev había denunciado el uso de las granadas RG-VO que contienen CS, un tipo de gas lacrimógeno, cuyo empleo es restringido bajo la Convención de Armas Químicas de la ONU, tratado del cual Rusia es signataria.