El Gobierno británico ha anunciado este viernes medidas punitivas contra ciertos empresarios de Georgia y dos petroleros de la llamada ‘flota en la sombra’, acusándolos de colaborar con el régimen ruso en su conflicto bélico contra Ucrania.
Según el Ministerio de Exteriores británico, esta conexión georgiana encubierta surge en un contexto de creciente presión rusa sobre el país caucásico. “El Kremlin recurre cada vez más a representantes en terceros países para apoyar sus operaciones de guerra y propaganda”, afirma el organismo.
Entre los implicados se encuentra Levan Vasadze, un político de la ultraderecha y magnate de los medios, acusado por Londres de utilizar sus plataformas para “difundir desinformación” en apoyo a Rusia, y Otar Partskhaladze, empresario vinculado al partido prorruso Sueño Georgiano.
Los petroleros mencionados son descritos como “un grupo de buques obsoletos y peligrosos empleados por el Kremlin en un esfuerzo desesperado por mantener sus ingresos energéticos, que son su principal fuente de financiación para la guerra ilegal en Ucrania”.
Stephen Doughty, secretario de Estado para Europa, espera que estas sanciones corten “otro salvavidas” que Vladimir Putin utiliza “para difundir mentiras” y sustentar el conflicto.
Además, estas medidas afectan a Aeza International, proveedora de servicios de internet, y a HeliCo Group, activa en el sector del transporte ruso, y son parte de la decisión del Reino Unido de deteriorar sus vínculos con Georgia tras la adopción de leyes inspiradas en la legislación rusa.