En un reciente informe de inteligencia del Reino Unido, se ha estimado que las fuerzas armadas de Corea del Norte han registrado más de 6.000 bajas, entre muertos y heridos, durante su despliegue en la región rusa de Kursk. Esta cifra representa más de la mitad de los 11.000 soldados que inicialmente Kim Jong Un había enviado para apoyar a Rusia contra Ucrania.
Las tropas norcoreanas fueron desplegadas en Rusia para fortalecer la defensa frente a las incursiones militares de Ucrania en Kursk. Aunque su participación se ha mantenido principalmente en territorio ruso, su implicación ha variado a lo largo del tiempo.
El 16 de octubre, el ejército de Corea del Norte señaló que sus militares colaboraban en tareas de vigilancia y asistencia técnica para los ataques rusos en territorio ucraniano. Según el informe británico, divulgado por el Ministerio de Defensa, era “la primera vez” que se registraba una colaboración tan directa en acciones ofensivas.
Los analistas sugieren que Corea del Norte buscará aprovechar las “oportunidades” que el conflicto brinda para mejorar su capacidad militar, incluyendo el uso y despliegue de drones en operaciones de combate, como se sugiere en su participación en bombardeos sobre Sumi, Ucrania.














