Reino Unido y Alemania han cerrado un contrato por valor de 52 millones de libras, alrededor de 60 millones de euros, para el desarrollo y evaluación de un nuevo modelo de obuses autopropulsados RCH 155, esencialmente un cañón montado sobre un vehículo de ruedas capaz de impactar objetivos en movimiento a una distancia de hasta 70 kilómetros.
La división alemana de la compañía de defensa franco-alemana KNDS, conviene recordar, tiene comprometido el suministro de 84 unidades de este sistema, en el marco de un acuerdo global que asciende a 1.200 millones de euros.
El diseño del RCH 155, que toma como base el PzH 2000, incorpora todas las capacidades propias de una artillería moderna y ofrece el máximo nivel de protección para los miembros de la tripulación. Este obús autopropulsado se integrará en las recién creadas “Fuerzas Medias” de la Bundeswehr y pasará a ser el sistema de artillería de referencia en esta nueva categoría dentro del Ejército alemán.
Según el comunicado difundido este domingo por el Ministerio de Defensa británico, Reino Unido dispondrá de un ejemplar de este vehículo, mientras que otros dos se remitirán a Alemania para la realización de ensayos conjuntos, en el marco del acuerdo bilateral de defensa suscrito por ambos países en octubre de 2024.
El ministro británico de adquisiciones de Defensa, Luke Pollard, ha relacionado directamente este proyecto con la situación bélica en Ucrania, al subrayar que el RCH 155, capaz de efectuar ocho disparos por minuto y con una autonomía de 700 kilómetros sin necesidad de repostar, es un sistema “construido a partir de las lecciones” de este conflicto: “Disparar y alejarse a toda velocidad antes de volver a disparar”.
“La guerra en Ucrania ha demostrado la importancia de poder disparar con rapidez y moverse, y son estas lecciones las que fundamentan nuestras decisiones de adquisición y nos ayudan a cumplir con la Revisión Estratégica de Defensa”, ha remachado el responsable británico.