El relator especial de Naciones Unidas para la situación de los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha instado a la comunidad internacional a no otorgar reconocimiento alguno a las elecciones celebradas este domingo en el país asiático, al considerar que se trata de un proceso carente de legitimidad y viciado de fraude, impulsado por la junta militar.
“Unas elecciones organizadas por una junta que continúa bombardeando civiles, encarcelando a líderes políticos y criminalizando toda forma de disidencia no son elecciones, sino un teatro del absurdo realizado a punta de pistola. Esta no es una salida a la crisis de Myanmar. Es una estratagema que perpetuará la represión, la división y el conflicto”, ha denunciado Andrews en una publicación en su cuenta en la red social X.
En coherencia con esta postura, el enviado de la ONU ha subrayado que los comicios de este domingo se sostienen sobre “la opresión, la coerción y la violencia” ejercidas por la junta que controla el país, y ha advertido de que validar el proceso electoral equivaldría a “recompensar a un régimen que continúa cometiendo atrocidades a diario y socavando la lucha continua por un futuro democrático” en Birmania.
Por ello, ha reiterado su llamamiento a los gobiernos de todo el mundo para que rechacen estas “fraudulentas” elecciones, mientras “la junta intensifica la coerción ciudadana para que vote”.
Las autoridades birmanas han puesto en marcha este domingo la primera fase de las elecciones generales, las primeras que se celebran desde 2020. De acuerdo con el calendario oficial, la segunda ronda está fijada para el 11 de enero y la tercera para el 25 del mismo mes.
Estos comicios han sido convocados por la junta militar que dirige el país desde el golpe de Estado de febrero de 2021 y seguirán adelante en un contexto de guerra y pese a las numerosas críticas internacionales y a los llamamientos al boicot.