Recientemente, los tres componentes de un grupo de la ONU encargado de examinar las violaciones de derechos humanos en Israel y los Territorios Palestinos Ocupados han renunciado a sus cargos. Esta acción ha sido bien recibida por el representante permanente de Israel ante la ONU, Danny Danon.
La comisión, establecida en 2021, estaba compuesta por Navi Pillay, Chris Sidoti y Miloon Kothari. Pillay, de 83 años, quien también fue Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y jueza del Tribunal Penal Internacional, mencionó en su carta de renuncia, fechada el 8 de julio, que su decisión se basa en ‘su edad, problemas médicos y el peso de muchos otros compromisos’, y expresó que fue ‘un honor’ presidir la comisión desde su inicio.
Un día después, Sidoti presentó su renuncia, argumentando que ‘es un momento adecuado para reestructurar la comisión’. ‘Presento mi dimisión para facilitar esta reestructuración y permitir lograr el equilibrio apropiado entre experiencia, región y género entre los miembros de la comisión’, afirmó, añadiendo que estaría dispuesto a regresar si se le solicita.
Kotari dimitió el 10 de julio ‘tras la decisión alcanzada en la reunión de la semana pasada’ y ‘en línea con la dimisión simultánea de los otros dos miembros (del organismo)’, y también señaló que ‘fue un honor ser miembro de la comisión’, de acuerdo con el documento oficial de las Naciones Unidas.
En su intervención, Danon destacó en la red social X que estas renuncias ‘son un paso en la buena dirección’, pero remarcó que ‘aún queda un largo camino por delante’. Hizo referencia a las dimisiones en el contexto de sanciones impuestas por Estados Unidos a la relatora especial para los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese.
Finalmente, Danon declaró que ‘No descansaremos hasta que la justicia y la claridad moral sean restauradas en los pasillos de la ONU. Seguimos esperando una disculpa pública del jefe de Asuntos Humanitarios de la ONU, Tom Fletcher, por manipular su plataforma en el Consejo de Seguridad para propagar peligrosos libelos de sangre sobre Israel cometiendo un ‘genocidio’ en Gaza’, concluyó.














