Gul Hasan, designado como embajador talibán en Moscú, arribó el martes a la capital rusa, marcando un nuevo capítulo en las relaciones diplomáticas. Esta llegada ocurre cuatro semanas después de su nombramiento por el gobierno de Afganistán y casi tres meses después de que el Kremlin eliminara a este grupo de su lista de entidades terroristas.
Desde la toma de poder por los talibán en agosto de 2021, Afganistán ha sido representado en Rusia por un encargado de negocios hasta abril, cuando se anunció que la representación tendría rango de embajador, como resultado de diálogos entre Moscú y Kabul.
El Tribunal Supremo de Rusia, en abril de este año, levantó la prohibición sobre el movimiento talibán, siguiendo las recomendaciones de la Fiscalía basadas en una legislación firmada por Vladimir Putin en 2024. Esta ley permite que un grupo anteriormente catalogado como terrorista pueda operar nuevamente si demuestra que ha detenido sus acciones ilegales.
Desde finales de 2024, las autoridades de Moscú han defendido la idea de normalizar las relaciones con el nuevo gobierno en Kabul, buscando cooperación para combatir el narcotráfico y el terrorismo, fundamentándose en un enfoque pragmático.