Las autoridades rusas han arrestado este lunes a una decena de personas en cinco regiones del país por su supuesta participación en actos de “sabotaje” que, según Moscú, habrían sido coordinados por los servicios de Inteligencia de Ucrania, a los que también responsabilizan de estar detrás de “chantajes”.
En una nota oficial, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha señalado que consiguió “detener” las actividades de estos ciudadanos rusos que, siguiendo instrucciones desde el extranjero, “perpetraban ataques contra las fuerzas de seguridad e interferían de forma ilegal en las operaciones de transporte”.
De acuerdo con la versión del FSB, durante los interrogatorios los arrestados explicaron que, tras ser contactados por grupos de supuestos estafadores, contrajeron préstamos de elevado importe que posteriormente transfirieron a cuentas bancarias indicadas por estos. Más tarde, personas que se habrían hecho pasar por agentes de la Policía rusa les reclamaron llevar a cabo “actividades ilegales” con el argumento de evitar “ser detenidos por financiar a las Fuerzas Armadas” de Ucrania.
Según el comunicado, los implicados habrían terminado cooperando con los servicios de seguridad “bajo la amenaza de que, en caso contrario, serían imputados por traición al colaborar con las fuerzas ucranianas, algo que podría acarrear la cadena perpetua”.
El organismo de seguridad ruso sostiene que “la Inteligencia ucraniana está utilizando activamente las redes sociales e Internet para persuadir a ciudadanos rusos para que cometan delitos. Se aprovechan de su vulnerabilidad y los coaccionan para que perpetren actos graves, que conllevan largas penas de cárcel”, ha indicado el FSB.
Por ello, el servicio de inteligencia ha pedido a la ciudadanía que extreme las precauciones y recuerde que este tipo de “actores gubernamentales no se ponen en contacto con los ciudadanos por estas vías bajo ningún concepto”, ni llegan a solicitar “documentación personal”.











