Este lunes, el Kremlin ha reiterado su intención de abordar diplomáticamente la crisis recién emergida con Azerbaiyán, vinculada a una serie de arrestos de ciudadanos azeríes y la subsiguiente detención de periodistas rusos, lo que ha llevado a la convocatoria de los embajadores de ambas naciones.
‘Creemos que la lógica nos dice sólo una cosa: Rusia y Azerbaiyán son y deben seguir siendo socios, aliados, cercanos, unidos por una historia en común’, declaró Dimitri Peskov, portavoz del presidente Vladimir Putin.
Según Peskov, ‘todos los problemas que surjan deben resolverse de manera constructiva’, basándose en el ‘espíritu general’ de las relaciones bilaterales, como reportó la agencia de noticias Interfax.
Recientemente, las relaciones entre Moscú y Bakú se han deteriorado tras una operación policial en Ekaterimburgo contra ciudadanos azeríes sospechosos de vínculos con el crimen organizado, resultando en la muerte de dos de ellos.
Como represalia, las instalaciones de la agencia Sputnik en Bakú fueron ocupadas por las autoridades azeríes, quienes detuvieron a varios empleados, acusando a dos de colaborar con los servicios de seguridad rusos.
Peskov informó que las autoridades rusas mantienen una comunicación constante con su representación diplomática en Bakú para proteger los intereses de sus ciudadanos arrestados.
Esta crisis se suma al apoyo de Azerbaiyán a Ucrania, o la posible implicación rusa en el reciente accidente aéreo de Azerbaijan Airlines en Kazajistán en diciembre de 2024, como algunos de los factores que han intensificado las tensiones recientes entre Bakú y Moscú.















