El Gobierno ruso ha criticado duramente la reciente decisión del E3, compuesto por Francia, Reino Unido y Alemania, de proceder con la reactivación de sanciones hacia Irán debido a su programa nuclear. Desde Moscú, se ha acusado a estos países de intentar manipular la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que apoyó el acuerdo nuclear de 2015, destacando que tal aproximación confrontativa con Teherán no prosperará.
Según una declaración del Ministerio de Exteriores de Rusia, la decisión del E3 se tomó a pesar de los esfuerzos significativos de Rusia y China por fomentar un diálogo constructivo sobre el programa nuclear iraní. La postura europea fue firmemente condenada y se hizo un llamado a la comunidad internacional para rechazar estas manipulaciones, que no deben imponer obligaciones a otros estados.
El gobierno ruso también expresó que estamos ante un intento evidente de tergiversar las cláusulas de la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU por parte de los países del E3, que son parte del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), seriamente afectado por la salida unilateral de Estados Unidos en 2018, acción que impulsó a Irán a reducir sus compromisos en el pacto. Además, se criticó que el mecanismo ‘snapback’ para la reimposición de sanciones es una estructura única y compleja, y se acusó a los países del E3 de intentar usarlo para fines políticos contra Teherán.
‘En realidad, no tienen base legal ni posibilidades de procedimiento para ello’, se reiteró desde Rusia, donde también se mencionó que tanto Moscú como Pekín ya han presentado argumentos sobre este asunto, que no es nuevo. Se señaló además que los informes y decisiones del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) reflejan que Irán ha cumplido de buena fe con el acuerdo nuclear, incluso después de la retirada de EE.UU., información que Europa parece ignorar hoy en día.
Finalmente, Rusia enfatizó la necesidad de evitar cualquier nueva escalada en torno al programa nuclear iraní y pidió a los europeos reconsiderar sus decisiones erróneas para evitar consecuencias graves para la paz y la seguridad internacional. La acción del E3 fue descrita como un factor desestabilizador que socava los esfuerzos por encontrar soluciones pacíficas y justas.