El gobierno ruso ha incorporado al ‘movimiento satanista internacional’ a su relación de grupos terroristas este viernes, describiéndolo como una ideología ‘extremista’ basada en el ‘odio’. Esta clasificación implica severas condenas de cárcel para los implicados.
A raíz de esta decisión, el satanismo ha sido añadido a la lista que maneja el Servicio Federal de Supervisión Financiera. Según la normativa del país, esto conlleva que las entidades bancarias deban bloquear los activos de los individuos relacionados con este movimiento, información que ha sido confirmada por Interfax.
Ya en julio, el Tribunal Supremo había calificado al satanismo como ‘extremista’ a instancias del fiscal general, Igor Krasnov, quien declaró que ‘el movimiento se fundamenta en la ideología extremista, el odio y la hostilidad hacia las confesiones religiosas tradicionales’.
‘Sus miembros promueven abiertamente el extremismo, así como la destrucción, el daño y el vandalismo de iglesias ortodoxas, capillas y cruces, además de realizar rituales ocultos’, explicó. Esta medida fue precedida por un debate en abril en la Cámara Baja del Parlamento sobre cómo combatir el ‘satanismo’, donde se le comparó con el nazismo y el movimiento LGBTQ, señalando que su fin es erosionar los valores tradicionales en una ‘guerra híbrida’ del occidente.