El gobierno ruso ha llamado a Ragnhild Johansen, encargado de negocios de Noruega en Moscú, a las oficinas del Ministerio de Asuntos Exteriores para expresar su descontento por las restricciones impuestas a los barcos pesqueros rusos en aguas noruegas. Estas limitaciones son parte de un acuerdo bilateral que se remonta a 1976.
Estas restricciones, aplicadas desde julio, son una respuesta a las sanciones que varios países europeos han aplicado contra Rusia por la invasión de Ucrania, que ocurrió hace más de tres años y medio.
Rusia ha criticado estas medidas hostiles como una grave violación de los acuerdos pesqueros y sostiene que socavan el eficaz y tradicional sistema de gestión y regulación de las poblaciones de peces en los mares de Barents y de Noruega.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha emitido un comunicado donde menciona que las acciones irresponsables de Oslo no solo podrían desencadenar el colapso de las relaciones bilaterales en materia de pesca, sino que también amenazan la explotación racional de los recursos biológicos marinos en el Atlántico Norte.
Para concluir, Moscú urge a Oslo a adherirse de manera escrupulosa a sus obligaciones según el acuerdo de 1976 y a cesar estas prácticas que restringen las actividades legítimas de las empresas pesqueras rusas. De no ser así, Rusia advierte que tomará las medidas que considere necesarias.