Este martes, desde Rusia se ha calificado a las recientes elecciones legislativas en Moldavia de “fraudulentas”, justo después de que el partido en el gobierno reafirmara su dominio en el Parlamento. Esta acusación ocurre en un momento donde se ha intensificado la crítica sobre la posible interferencia de Moscú en el proceso electoral.
“Las elecciones son fraudulentas. Incluso me sorprende cómo se puede manipular tan descaradamente el voto”, expresó el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, en un evento en Sochi, según reportó la agencia TASS.
Lavrov también aprovechó la ocasión para describir a la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, como “portavoz de la retórica antirrusa”, tanto en su nación como en la región.
El Partido de Acción y Solidaridad (PAS), liderado por Sandu, consiguió mantener su mayoría en el Parlamento, desafiando muchas encuestas que anticipaban un resultado más dividido, incluyendo un incremento de los partidos pro-Moscú. El Bloque Patriótico de Igor Dodon obtuvo 26 escaños, mientras que el PAS se hizo con 55. También lograron representación el Bloque Alternativo, con 8 escaños, y Nuestro Partido, con seis, igual que Democracia en Casa.
Estas elecciones se vieron afectadas por denuncias de una interferencia rusa sin precedentes, que incluyó compra de votos, campañas de desinformación, ciberataques y la preparación de disturbios. El PAS, como único partido con orientación europeísta, ha solicitado apoyo internacional para contrarrestar estas amenazas. “Rusia no renunciará por completo a Moldavia”, declaró Sandu. Por su parte, la oposición ha rechazado todas estas imputaciones.