El gobierno ruso ha desmentido este jueves tener cualquier relación con los recientes sobrevuelos de drones cerca de aeropuertos en Dinamarca, calificándolos de un “montaje” con objetivos de “provocación”. Las autoridades danesas, por su parte, han calificado estos incidentes como “un ataque híbrido”, aunque no han señalado a ningún culpable específico.
“La parte rusa rechaza firmemente las especulaciones absurdas sobre su implicación en los incidentes”, afirmó la Embajada rusa en Dinamarca, antes de aclarar que “es evidente que los incidentes sobre supuestas afectaciones en aeropuertos de Dinamarca son montaje con fines de provocación”.
“Sin duda, se utilizarán como pretexto para seguir aumentando la tensión en beneficio de fuerzas que buscan por todos los medios prolongar el conflicto ucraniano y extenderlo a otros países”, expresó la Embajada en un breve comunicado en su cuenta de Facebook.
Esta declaración llega poco después de que Troels Lund Poulsen, ministro de Defensa danés, describiera el avistamiento de drones como “un ataque híbrido”. El incidente ocurre días después de un suceso similar en Copenhague, sin que se haya logrado derribar ninguno de los drones ni se tenga claridad sobre quién podría estar detrás de estos eventos.
“Ciertamente no parece una coincidencia. Por contra, parece algo sistemático”, indicó Poulsen, aludiendo a “un actor profesional” todavía sin identificar. Además, aseguró que “no hay una amenaza militar directa a Dinamarca” y explicó que estos drones “no habrían llegado desde lejos”, sino que probablemente se han lanzado desde dentro del mismo territorio danés. “A lo que hacemos frente ahora es a drones que están potencialmente siendo liberados en nuestro área inmediata. Estos drones no llegan desde lejos, sino que suceden a nivel local”, concluyó.