El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, ha asegurado este miércoles ante el Parlamento que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es “el único líder occidental” que “entiende las raíces de la crisis” en Ucrania y la coyuntura que atraviesa actualmente el país. Sus palabras llegan en un momento en que Washington muestra una creciente impaciencia por la postura de la Unión Europea respecto a un eventual acuerdo de paz que ponga fin al conflicto.
Lavrov ha explicado que “inmediatamente después de que llegar a la Casa Blanca, Trump empezó a mostrar indicios de que entendía lo que estaba sucediendo y los motivos que hacen la guerra de Ucrania inevitable”. A su juicio, “esto subraya también las acciones hostiles de sus antecesores en el cargo contra Rusia durante muchos años”.
El jefe de la diplomacia rusa ha destacado que “Estados Unidos está mostrando una creciente impaciencia, especialmente Trump, que, como ya he dicho, es el único que parece entender. Y esta historia está ahora llegando a su clímax”. Según Lavrov, el dirigente estadounidense “ve la necesidad de abordar las raíces de este asunto” y su vínculo con el hecho de que “los derechos de muchos fueron socavados por los que llegaron al poder como resultado del golpe de 2014”.
En esta línea, ha recalcado que Trump se ha revelado como “el único líder occidental que se preocupa por los Derechos Humanos” en este contexto y que está valorando la opción de “garantizar los derechos de las minorías” en Ucrania. Ha indicado que este extremo ha sido tratado en los contactos entre las delegaciones de Estados Unidos y Rusia y ha subrayado que “es bueno que se esté hablando de ello”.
Lavrov ha insistido en que “pedimos a Ucrania que cumpla con todas las normas relacionadas con las minorías y las libertades religiosas que son aceptadas en la Unión Europea”, remarcando que “los Derechos Humanos no deben ser obviados” al tratar estas cuestiones, de acuerdo con las informaciones difundidas por la agencia rusa TASS.
El ministro ha arremetido contra la “manía” de considerar que “los europeos están por encima de toda norma, tradición o ley vigente en otras partes del mundo”. A su entender, “es por eso que Trump y sus socios hablan cada vez más de la profunda crisis que atraviesa la UE y la idea de que avanza en la mala dirección”.
Asimismo, ha sostenido que “la UE no puede tragarse el hecho de que Rusia ganará y conseguirá sus objetivos legítimos, por eso los líderes europeos siguen adhiriéndose a políticas fútiles de apoyo a Kiev”. En su opinión, “Europa se ha cegado en su deseo de infligir una derrota estratégica a Rusia. No pueden imaginarse una situación en la que tengan que tragarse la derrota, pero claramente este es su problema”.
Lavrov ha manifestado que “valoramos la voluntad del presidente Trump de dialogar y de resolver el conflicto en Ucrania mediante medios políticos y diplomáticos”, poniendo en valor las conversaciones mantenidas la semana pasada entre representantes de Estados Unidos y Rusia, en las que se acordó “continuar con este trabajo”.
Advertencias de Moscú sobre un despliegue europeo
En cuanto a la posibilidad de que se materialice un despliegue militar europeo en territorio ucraniano, el ministro ha advertido de que “habrá una respuesta” firme por parte de Moscú, aunque ha negado que Rusia “busque una guerra con Europea”. “Esta idea no se nos ha pasado por la mente, pero responderemos a cualquier acto hostil”, ha señalado.
“Esto incluye el despliegue de contingentes militares europeos en Ucrania”, ha precisado Lavrov, que también ha advertido de que habrá represalias si “se apropien de activos rusos”, tal y como reclaman algunos dirigentes europeos.
El responsable de Exteriores ha subrayado igualmente la necesidad de que Naciones Unidas “deje de desempeñar un papel parcial” en lo relativo a Ucrania. “Pedimos que dejen de ucranizarlo todo. Sus posturas han sido privatizadas por Occidente y su política entera ha sido dictada, en gran medida, por miembros de la OTAN y la UE”, ha denunciado.
En este sentido, ha indicado que “los asuntos políticos, de paz, humanitarios y de seguridad en el marco de la ONU son todos mecanismos de influencia. Todo esto se encuentra en manos de los colegas occidentales, que se benefician de ello, desgraciadamente. Tenemos que empezar a pensar en el futuro de la ONU para que no se repita lo que ya pasó con la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa)”, ha concluido.