Las autoridades rusas instaladas en la ocupada provincia ucraniana de Donetsk han vuelto a poner en funcionamiento el teatro de la ciudad de Mariúpol, escenario en 2022 de un bombardeo durante el cerco impuesto a la urbe por las tropas rusas en las primeras fases de la invasión de Ucrania, iniciada en febrero de ese mismo año por orden del presidente ruso, Vladimir Putin.
“El Teatro Dramático Ruso de Mariúpol ha abierto sus puertas al público”, ha destacado el gobernador prorruso de Donetsk, Denis Pushilin, quien ha resaltado que las instalaciones acogieron el domingo un acto de celebración tras las obras de restauración para “recuperar su apariencia histórica”.
En un comunicado difundido en su canal de Telegram, ha recalcado que “el proyecto de reconstrucción ha requerido tres años para ser completado, con 300 personas trabajando a la vez en su punto máximo”, al tiempo que ha ensalzado que “se ha recreado la composición escultórica de la fachada del teatro y cuenta con equipamiento puntero”.
“El escenario cuenta con un escenario giratorio, un foso de orquesta con tres posiciones ajustables y 84 mecanismos de elevación para cambios de escenografía”, ha destacado Pushilin, quien ha reiterado sus acusaciones contra “militantes ucranianos” por “llevar a cabo la voladura” del teatro en 2022.
“La inauguración del teatro restaurado se ha convertido en otra señal de los tiempos, otro símbolo del renacimiento del Donbás”, ha apuntado el gobernador prorruso, quien ha dado las gracias a Moscú por “devolver a los residentes de la ciudad y a la República (Popular de Donetsk) un lugar cultural único”.
Las fuerzas rusas mantuvieron un asedio de tres meses sobre Mariúpol, situada en la costa del mar de Azov, en los compases iniciales de la ofensiva, en el marco de combates que causaron miles de muertos y forzaron la huida de más de la mitad de los más de medio millón de habitantes que vivían en la ciudad antes del estallido de la guerra.
Naciones Unidas indicó que el 90 por ciento de los edificios de la ciudad fueron destruidos o sufrieron daños durante la ofensiva, mientras que las autoridades rusas han tratado de convertir Mariúpol en un escaparate de progreso en las zonas de Ucrania que controlan, entre ellas partes de las provincias de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, anexionadas en septiembre de 2022.