Tras ser oficialmente reconocida como la ganadora de las recientes elecciones presidenciales en Tanzania, Samia Suluhu Hassan ha aprovechado su discurso para rechazar las protestas, que ha tachado de “crudas y antipatrióticas”, y ha evitado comentar las denuncias de organizaciones como Amnistía Internacional acerca de los más de cien muertos a manos de las fuerzas de seguridad.
Hassan ha declarado que, para la defensa del territorio nacional, es indispensable usar “todas las tácticas de seguridad disponibles para garantizar su seguridad”, según sus palabras recogidas por ‘The Citizen’. Este anuncio llega mientras el país está restableciendo la conexión a Internet, que fue cortada hace cuatro días.
El sábado reciente, la comisión electoral confirmó que Hassan había ganado con un 97,66% de los votos, es decir, el apoyo de 31,9 millones de electores, consolidando su posición, que había ocupado de manera provisional desde marzo de 2021 tras el fallecimiento de John Magufuli. Hassan había sido vicepresidenta desde 2010 hasta 2021.
“Un patriota construye el país, no destruye lo que se construyó con la energía y el sudor de los ciudadanos. El Gobierno condena enérgicamente estos hechos”, afirmó Hassan, considerando cerrada la crisis postelectoral. “Las elecciones han sido libres y justas. Los comicios de 2025 han terminado. Es hora de trabajar juntos como un solo país”, concluyó.
Por su parte, el principal partido opositor, el Partido de la Democracia y el Desarrollo (Chadema), ha rechazado los resultados electorales y se ha negado a reconocer a Hassan como la legítima presidenta del país, alegando que las elecciones no fueron libres ni justas y que la comisión electoral manipuló las cifras de votos. “Los resultados constituyen un claro golpe contra la voluntad del pueblo tanzano”, declaró el secretario general del partido, John Mnyika, en su cuenta de la red X.
















