La mandataria tanzana, Samia Suluhu, comunicó la formación de una comisión especial este viernes, con el objetivo de esclarecer los violentos disturbios acaecidos en las recientes elecciones del 29 de octubre, eventos que resultaron en la muerte de decenas de personas.
“Extiendo mis condolencias a todas las familias que han perdido a sus seres queridos”, declaró Suluhu durante una sesión en el Parlamento, marcando el comienzo de un nuevo período legislativo tras haber nombrado recientemente a Mwigulu Nchemba, exministro de Finanzas, como nuevo primer ministro.
Suluhu también expresó su deseo de una “pronta recuperación” para los heridos y afirmó que la comisión facilitaría la “reconciliación y la paz” en Tanzania. “A quienes perdieron sus propiedades, les pedimos paciencia y fortaleza”, agregó.
Las elecciones, que concluyeron con una abrumadora victoria para Suluhu y fueron calificadas de irregulares por la Unión Africana, desencadenaron protestas reprimidas por la policía, con un saldo de cien víctimas mortales según Amnistía Internacional (AI), aunque el principal partido opositor, Chadema, elevó la cifra a más de mil muertos.
En respuesta a las acusaciones de traición y conspiración, las autoridades tanzanas imputaron a cerca de 300 personas. Suluhu, quien recibió el 97,66 por ciento de los votos, describió las protestas como “antipatrióticas” y aseguró que, para proteger al país, era indispensable utilizar “todas las tácticas de seguridad disponibles”.
Volker Turk, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha urgido a las autoridades de Tanzania a investigar las muertes y a liberar a “todas las figuras políticas detenidas antes de las elecciones”.











