En su primera reunión, la recién nombrada primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, y el presidente chino, Xi Jinping, han puesto en discusión las diversas tensiones que han caracterizado históricamente las relaciones entre ambos países, comprometiéndose a fomentar una ‘relación mutuamente beneficiosa’.
Takaichi, que tomó posesión de su cargo hace una semana, ha sido objeto de críticas por parte de China por sus visitas al santuario de Yasukuni en Japón, lugar que guarda los restos de criminales de guerra y que es visto por Pekín como un símbolo del militarismo japonés.
La primera ministra de Japón ha manifestado su intención de encarar directamente todas las disputas con el gobierno chino, incluyendo el contencioso sobre las islas Senkaku/Diaoyu, la situación de los ciudadanos japoneses en China, y los Derechos Humanos en Hong Kong y Xinjiang.
‘El diálogo es especialmente necesario, dadas nuestras preocupaciones sobre temas varios’, declaró Takaichi en una conferencia de prensa tras la cumbre de la APEC en Gyeonju, Corea del Sur.
Antes de la reunión, Takaichi había reconocido la importancia de China como ‘un vecino importante’, aspirando a ‘consolidar una relación mutuamente beneficiosa basada en intereses estratégicos comunes’ y promover una relación estable y constructiva, según informó la agencia Kiodo.
Xi Jinping, por su parte, confirmó que ‘China trabajará con Japón por lazos bilaterales constructivos y estables que satisfagan las necesidades de esta nueva era’.
 QUIÉN ES QUIÉN
 QUIÉN ES QUIÉN A MANO ALZADA
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