Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, ha declarado que no existe un enfrentamiento directo con la Administración de Donald Trump, aunque ha admitido que existen ‘disparidad’ en la forma de manejar asuntos críticos como la crisis climática, la migración y el conflicto en Gaza.
‘Nosotros no nos enfrentamos a ningún gobierno’, afirmó con firmeza en una entrevista para ‘TVE’, informada por Europa Press, tras recientes desacuerdos con Washington y su ausencia en un reciente encuentro que Trump sostuvo con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y otros líderes europeos.
El mandatario español enfatizó que su gobierno y España son ‘bastante amistosos con todas las naciones del mundo y especialmente con Estados Unidos’, aunque reconoció que existen ‘disparidades’ en el enfoque de asuntos globales como la emergencia climática, la inmigración y conflictos bélicos.
Sánchez también comentó que la diferencia radica en ‘si nos posicionamos del lado de las víctimas o lo que hacemos es transigir con aquellos que están utilizando un terrible atentado de Hamás en Israel’ para justificar una ocupación en Cisjordania y Gaza, y así ‘terminar con cualquier posibilidad de un futuro Estado palestino’, una postura que, según él, cuenta con el respaldo de la mayoría de los ciudadanos españoles.
RECHAZO A LA DECISIÓN DE WASHINGTON
Sánchez reiteró su desaprobación a la decisión de Washington de negarle el visado a Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, impidiéndole asistir a la Asamblea General de la ONU en Nueva York este mes, aunque defendió que la reunión se mantenga allí por ser la sede de las Naciones Unidas.
Asimismo, destacó que Washington ha violado el Derecho Internacional con esta decisión y ha ofrecido a Abbas la solidaridad de España, además de proponer que la conferencia sobre los dos estados prevista en el marco de la Asamblea General se celebre en España.
Además, Sánchez ha destacado la futura decisión de reconocer el Estado palestino en mayo de 2024, recordando que hace un año algunos políticos consideraban que esto no era viable ‘fuera del consenso europeo’, y ahora ‘estamos creando un consenso europeo’, en alusión a planes similares de Francia y otros países durante la Asamblea de la ONU.
En relación a la ausencia en la reunión en la Casa Blanca, Sánchez confirmó que no fue invitado y frente a críticas por la pérdida de influencia para España, cuestionó ‘qué es la influencia’, reafirmando su apoyo a fortalecer la relación transatlántica en términos de mayor igualdad.
INMIGRACIÓN
En el tema migratorio, Sánchez, aunque no se considera católico ni practicante, expresó su aprecio por la postura del Papa y la Conferencia Episcopal, con quienes ha tenido ‘discrepancias en algunos asuntos’. Criticó la contradicción de quienes asisten a misa y luego apoyan acciones contra migrantes, preguntándose retóricamente sobre qué sería lo próximo, ‘¿Hacer estallar un avión en Barajas?’. Según él, los pilares de la política exterior del Gobierno son ‘la humanidad, la empatía ante el sufrimiento, el respeto del derecho humanitario, el respeto del Derecho Internacional’ junto con la defensa legítima de los intereses nacionales.
