Sara Duterte, quien ocupa el cargo de vicepresidenta en Filipinas y es hija del exmandatario Rodrigo Duterte, ha lanzado una grave acusación contra el Tribunal Penal Internacional (TPI). Durante una concentración con numerosos seguidores de su poderosa familia, Sara ha declarado que el TPI ha “secuestrado” a su padre. Este evento contó con el respaldo de aquellos que consideran que las acciones contra Duterte son un ‘ajuste de cuentas’ promovido por el actual presidente, Ferdinand Marcos Jr.
Desde La Haya, donde fue trasladado tras su arresto en marzo, Rodrigo Duterte ha descrito su situación como una ‘caza de brujas’ y ha criticado que fue forzado a dejar su país sin haber sido procesado allí, a pesar de que ‘los acusados tienen derechos en este país’, según sus palabras.
“Lo que han hecho es secuestrarlo. Es un abuso”, ha expresado Sara Duterte, según reporta el periódico ‘The Philippine Star’, mientras su familia sigue cuestionando la validez del proceso legal en su contra.
El expresidente fue detenido y entregado al TPI bajo una orden de arresto por supuestos crímenes contra la humanidad cometidos durante su guerra contra las drogas, tanto en su presidencia como en su etapa como alcalde de Dávao, entre 2011 y 2016. Este periodo estuvo marcado por acciones extremadamente violentas por parte de las fuerzas de seguridad.
La defensa de Duterte ha argumentado que le han negado acceso a un abogado y que es víctima de estrategias del gobierno actual para ‘neutralizar’ su ‘legado’. A pesar de que Filipinas se retiró del TPI en 2019, la corte aún mantiene jurisdicción sobre crímenes alegados cometidos mientras Filipinas era miembro, entre noviembre de 2011 y marzo de 2019.
Las autoridades filipinas admiten aproximadamente 6.000 muertes debido a estas operaciones, aunque organizaciones humanitarias estiman que la cifra podría ser de hasta 30.000 muertos.
