Save the Children ha informado este viernes de que las autoridades israelíes han rechazado su solicitud de reinscripción para poder seguir atendiendo a comunidades palestinas a partir del próximo 1 de enero, en aplicación de una nueva normativa de registro que ha suscitado fuertes críticas entre numerosas organizaciones humanitarias internacionales.
La regulación, aprobada el pasado mes de marzo, otorga a las autoridades de Israel la facultad de bloquear permisos de actividad a aquellas entidades que supuestamente "promuevan la deslegitimación del Estado de Israel", cuestionen "su existencia como Estado democrático" o estén bajo sospecha de cooperar con "organizaciones terroristas" señaladas como tales por Israel, entre ellas el movimiento islamista palestino Hamás.
Sin figurar en este registro oficial, las ONG pierden la posibilidad de desplegar personal internacional especializado —por ejemplo, en salud, agua o saneamiento— y tampoco pueden introducir suministros de ayuda fundamentales a través de los pasos fronterizos controlados por Israel hacia la Franja de Gaza o Cisjordania.
A comienzos de esta semana, el Ministerio de Asuntos de la Diáspora y Lucha contra el Antisemitismo, encabezado por Amichai Chikli, detalló que, de cerca de 100 solicitudes presentadas por organizaciones no gubernamentales, se han denegado catorce, se han autorizado 21 y el resto continúa en fase de examen.
Pese al veto, Save the Children subraya que no abandonará su labor y que continuará ofreciendo servicios esenciales y programas de carácter multisectorial gracias a sus 300 trabajadores palestinos y a sus socios locales en los territorios palestinos ocupados, donde la organización sí figura inscrita ante la Autoridad Palestina.
En una línea similar a las críticas expresadas el martes por Médicos sin Fronteras (MSF), la organización considera "inconcebible" que un Ejecutivo limite la acción humanitaria con una normativa que la ONU ha descrito como un sistema sustentado en criterios imprecisos y fuertemente politizados, que impone exigencias imposibles de cumplir sin vulnerar obligaciones jurídicas internacionales o poner en riesgo los principios humanitarios básicos.
"En las zonas de conflicto, los niños y niñas son quienes más sufren y nuestro papel como humanitarios es estar ahí para ellos. Estas nuevas normas de registro tendrán un impacto grave en el acceso a servicios esenciales y básicos y pondrán vidas en riesgo, especialmente durante el invierno", ha declarado a este respecto el director regional de Save the Children para Oriente Próximo, Norte de África y Europa del Este, Ahmad Alhendawi.
"Mientras seguimos pidiendo al Gobierno de Israel que revierta su decisión y permita el registro y el acceso pleno para las ONG, una cosa debe quedar muy clara: llevamos más de siete décadas apoyando a los niños y niñas palestinos y seguiremos haciéndolo", ha señalado.