El recientemente designado primer ministro de Francia, Sébastien Lecornu, ha confirmado que conformará su gobierno antes del comienzo del próximo periodo legislativo el 1 de octubre. Lecornu ha comprometido a no proponer un ‘presupuesto de austeridad y regresión social’ en sus futuras políticas.
En una reciente entrevista con ‘Le Parisien’, Lecornu ha explicado que los futuros miembros del gobierno deberán estar alineados con las principales directrices políticas y poseer habilidades para la negociación tanto con el Parlamento como con actores sociales y autoridades locales, descartando así la participación de miembros del Partido Socialista.
El primer ministro ha hecho un llamado a todas las fuerzas políticas para que respalden el presupuesto que se discutirá en otoño. Uno de los objetivos clave será la reducción de 6.000 millones de euros en el gasto público. Asimismo, Lecornu proyecta un déficit público del 4,7 por ciento del PIB para 2026, con vistas a reducirlo al 3 por ciento en 2029, y ha asegurado que no pedirá a los franceses sacrificar días festivos no remunerados.
Además, ha rechazado la idea de suspender la reforma de pensiones implementada por la ex primera ministra Elisabeth Borne, argumentando que no solucionaría los problemas actuales y ha descartado reestablecer el Impuesto a las Fortunas (ISF) eliminado en 2017. Lecornu también anticipó aumentos en los fondos para pensiones y salud para el próximo año, y ha mencionado que la ‘tasa Zucman’ no sería una solución efectiva.
Lecornu, quien asumió el cargo el 9 de septiembre tras la dimisión de François Bayrou, tiene un historial en el ámbito de la defensa y es miembro del partido Renacimiento desde 2017, después de ser expulsado de Los Republicanos.