El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, ha declarado recientemente que los ataques a embarcaciones sospechosas de transportar drogas hacia Estados Unidos, tanto en el mar Caribe como en el Pacífico oriental, “apenas han comenzado”. Estas operaciones ya han resultado en 82 fallecidos confirmados tras 21 intervenciones diferentes.
“Apenas hemos comenzado a atacar narcolanchas y a dejar a los narcoterroristas en el fondo del océano”, expresó Hegseth durante una rueda de prensa del gobierno. “Nos estamos poniendo manos a la obra”, agregó. Esta postura llega un día después de que la Casa Blanca respaldara un segundo ataque a los sobrevivientes de un bombardeo inicial a una embarcación con once tripulantes, acción apoyada “al cien por cien” por Hegseth y ejecutada bajo la dirección del almirante Frank Bradley.
“Vi ese primer ataque en vivo”, comentó el jefe del Pentágono, quien, pese a su agenda apretada, señaló que no pudo observar la totalidad de la operación. “Me informaron un par de horas después, pero el almirante Bradley tomó la decisión correcta de hundir el barco y eliminar la amenaza”, explicó. Hegseth describió el incidente como envuelto en llamas y humo, lo que dificultaba ver cualquier grabación digital, un fenómeno que atribuyó a la ‘niebla de guerra’.
En el mismo encuentro, el presidente Donald Trump enfatizó su apoyo a las acciones oscuras y difíciles que se llevan a cabo en la oscuridad para proteger a la población estadounidense. “Los apoyamos y detendremos el envenenamiento del pueblo estadounidense”, aseguró Hegseth. Por su parte, Trump no dudó en calificar a los supuestos narcotraficantes como ‘hijos de puta’ y advirtió que cualquier persona que trafique drogas hacia Estados Unidos ‘está sujeto a ataque’.










