El gobierno de Corea del Sur ha confirmado que Corea del Norte tiene bajo detención a seis surcoreanos, incluidos tres misioneros y tres desertores norcoreanos. En respuesta, Seúl ha expresado su compromiso de reanudar diálogos con Pyongyang para facilitar su liberación, alineándose con la política de diálogo promovida por el presidente Lee Jae Myung.
Desde la oficina presidencial se ha enfatizado la urgencia de abordar esta cuestión, mencionando que ‘es necesario abordar este problema con urgencia’, dado que las interacciones entre las Coreas han estado pausadas por un largo periodo y ‘el sufrimiento’ de los afectados persiste.
Los detenidos, que incluyen a ciudadanos que huyeron de Corea del Norte, han estado en prisión por aproximadamente una década, enfrentándose a acusaciones como espionaje entre otros delitos, de acuerdo con información de la agencia Yonhap.
La confirmación surgió tras cuestionamientos de los medios a Lee sobre si había gestiones en curso para el retorno de estos ciudadanos, a lo que respondió que investigaría el asunto por falta de información previa. Además, el Ministerio de Unificación ha reclamado en varias ocasiones la liberación inmediata e incondicional de los misioneros, la más reciente tras una resolución de la ONU en marzo que pedía su libertad.











