Este jueves, la facción republicana del Senado de EE. UU. no consiguió alcanzar los 60 votos requeridos para aprobar la ley de asignaciones presupuestarias destinadas a Defensa, a pesar de que la propuesta había recibido un considerable respaldo bipartidista en su comisión correspondiente.
Con un resultado de 50 votos a favor y 44 en contra, el Senado ha declinado una nueva iniciativa fiscal que perpetúa el estancamiento de las leyes de financiación que los republicanos han propuesto en las últimas semanas para poner fin al cierre del Gobierno, que este viernes se catalogará como el segundo más extenso en la historia de Estados Unidos.
El proyecto, que asignaría 171.000 millones de dólares (146.000 millones de euros) para la compra de sistemas de armamento y 141.000 millones de dólares (120.400 millones de euros) para la investigación, desarrollo y pruebas de plataformas, contó con el apoyo de dos demócratas, Catherine Cortez Masto (Nevada) y John Fetterman (Pensilvania), y en esta ocasión también de Jeanne Shaheen (Nuevo Hampshire), según reportó The Hill.
Además, el proyecto incluye 193.000 millones de dólares (165.000 millones de euros) en salarios y beneficios para los militares y sus familias, y propone un incremento salarial del 3,8 por ciento para todos los militares. John Thune, líder de la mayoría republicana, ha utilizado este punto como una estrategia para presionar a la oposición, afirmando que “si no podemos reabrir todo el Gobierno, al menos podemos avanzar en la garantía de los sueldos de nuestras tropas y en la defensa de nuestro país”.
A pesar de estos esfuerzos, el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, ha sostenido que es “siempre ha sido inaceptable aprobar el proyecto de ley de Defensa sin otros proyectos de ley que abarcan tantos aspectos importantes para el pueblo estadounidense en términos de atención médica, vivienda y seguridad”. Esta postura ha provocado las críticas de Mitch McConnell, republicano por Kentucky, quien ha reiterado que la negativa a considerar la ley de asignaciones de defensa, ampliamente bipartidista, es un recordatorio de que “hay mucho que perder”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el fin de semana que ha instruido al secretario de Defensa, Pete Hegseth, para que emplee “todos los fondos disponibles” para asegurar que los militares reciban sus salarios durante el cierre, cuya discusión para su reapertura se retomará en el Senado el próximo lunes.