Una vez más, el proyecto de ley destinado a reabrir el Gobierno de Estados Unidos ha fracasado en el Senado, al no obtener los votos necesarios para su aprobación debido a la resistencia de la mayoría del grupo demócrata. Estos buscan extender los beneficios de asistencia sanitaria para poner fin a un cierre que ya supera las tres semanas y se convierte en el segundo más extenso en la historia del país.
Con 54 votos a favor y 46 en contra, el resultado, reportado por el portal de noticias The Hill, muestra que solo seis votos faltaron para que los republicanos consiguieran la aprobación de la legislación que proporcionaría fondos gubernamentales hasta el 21 de noviembre.
Los senadores demócratas Catherin Cortez Masto (Nevada) y John Fetterman (Pensilvania), junto con el independiente Angus King (Maine), apoyaron a los republicanos, mientras que Rand Paul (Kentucky) mantuvo su postura disidente habitual, alineándose con la oposición.
El bloque demócrata, por su parte, se ha mantenido firme en no aprobar el financiamiento hasta que el presidente Donald Trump y los líderes republicanos en el Senado y en la Cámara de Representantes accedan a negociar sobre la expiración de los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (ACA) y los recortes al programa Medicaid impulsados por los republicanos.
John Thune, líder de la mayoría del Senado, y Mike Johnson, presidente de la Cámara de Representantes, han rechazado consistentemente las demandas demócratas de debatir los niveles de gasto en salud mientras los servicios federales siguen sin actividad. Sin embargo, Johnson ha señalado en CNN que los republicanos “tienen propuestas” listas para discutir los subsidios en cuestión.
Trump ha mostrado pesar en el Despacho Oval por los intentos de renegociación de los demócratas y ha criticado su plan de otorgar 1,5 billones de dólares a inmigrantes ilegales, argumentando que esto afectaría la asistencia sanitaria nacional. A pesar de esto, ha mencionado que algunos demócratas están dispuestos a negociar y espera que prevalezca el sentido común.
El estancamiento en el Senado persiste y el cierre gubernamental sigue siendo el segundo más largo del país, solo superado por el cierre de 35 días entre 2018 y 2019 durante el mandato de Trump.