En México, un tribunal ha sentenciado a diez individuos a penas que superan los 140 años de encarcelamiento debido a su conexión con crímenes en un rancho de Jalisco, al oeste del país, donde se encontraron restos humanos y hornos crematorios clandestinos. Este lugar era utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para confinamiento, adiestramiento y exterminio.
La Fiscalía de Jalisco comunicó que los sentenciados deberán cumplir 141 años y tres meses de prisión por ‘desaparición cometida por particulares’, ‘desaparición cometida por particulares agravada’ y ‘homicidio calificado’, y además deberán abonar 1,3 millones de pesos mexicanos en reparaciones.
‘El tribunal decidió fijar una de las condenas más altas por este delito, luego de encontrar culpables a los diez acusados por todas las conductas y sus agravantes’, aseguró la Fiscalía, reafirmando su dedicación a ‘combatir la impunidad en los casos donde se denuncie la desaparición de personas’.
Los condenados fueron arrestados en septiembre de 2024 en el Rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, tras un enfrentamiento armado iniciado por reportes de disparos en la zona. Allí, la policía encontró un cadáver y dos personas secuestradas, y posteriores inspecciones revelaron la existencia de hornos crematorios y más restos humanos.
El fiscal general de México, Alejandro Gertz Manero, ha criticado la ‘impunidad’ prolongada en esta área y destacó la necesidad de una ‘respuesta de justicia muy clara y muy precisa’. El cártel implicado engañaba a jóvenes con ofertas de empleo fraudulentas, ofreciendo sueldos de hasta 12.000 pesos semanales, para luego integrarlos en actividades criminales tras entrenamiento físico y en manejo de armas.
