El pasado viernes, un tribunal tailandés dictó cadena perpetua para Ekkalak Paenoi, quien fue hallado culpable del asesinato de Lim Kimya, un prominente opositor camboyano. El crimen ocurrió en enero en Bangkok, donde Kimya se encontraba acompañado de su esposa.
Ekkalak, tras atacar al político en pleno día en un área pública de Bangkok, se fugó hacia Camboya. No obstante, fue capturado y extraditado a Tailandia, donde se le procesó por el asesinato. Inicialmente, se contempló la pena de muerte, pero su sentencia fue reducida a cadena perpetua después de que confesara el crimen. El motivo detrás del homicidio sigue sin esclarecerse, como reporta ‘The Bangkok Post’.
La oposición camboyana ha denunciado constantemente ser objeto de «persecución» por parte de las autoridades gubernamentales, lo que ha llevado a varios miembros a abandonar el país. Kimya, quien tenía doble nacionalidad franco-camboyana y había sido elegido bajo las siglas del CNRP, enfrentaba una intensa oposición política. Este partido casi logra desplazar al Partido Popular de Camboya en las elecciones de 2013, lo que llevó a acusaciones de traición y a su eventual prohibición en 2017.
Hun Manet, actual primer ministro e hijo del ex primer ministro Hun Sen, ha negado cualquier participación gubernamental en el asesinato de Kimya. Imágenes de cámaras de seguridad muestran al político estacionando su motocicleta y quitándose el casco justo antes de ser fatalmente herido.