Los separatistas del sur de Yemen han informado de la muerte de dos miembros de sus fuerzas de seguridad y de otros doce efectivos heridos tras un bombardeo atribuido a Arabia Saudí en el este del país. El ataque se produce en un contexto de recrudecimiento de las tensiones entre los independentistas, apoyados por Emiratos Árabes Unidos, y el Gobierno yemení aliado de Riad, hoy relegado a un papel secundario por el peso político y militar de los insurgentes hutíes.
A falta de una confirmación oficial por parte de Arabia Saudí, medios próximos al movimiento separatista, como Aden Independent TV, junto a fuentes locales citadas por el portal South24 y por la agencia DPA, coinciden en el balance inicial del ataque. El bombardeo, registrado en la provincia oriental de Hadramut, habría causado dos muertos y 12 heridos en las filas de las Fuerzas de Élite Hadrami, un contingente militar de raíz tribal vinculado al Consejo de Transición del Sur.
El prolongado pulso territorial en el sur de Yemen ha quedado en segundo plano en la escena internacional, eclipsado por años de guerra civil entre el Ejecutivo yemení y el movimiento hutí, que mantiene el control de la capital, Saná, desde hace una década.
En los momentos álgidos de la contienda, los separatistas del Consejo de Transición del Sur aceptaron respaldar, con muchas reservas, al Gobierno yemení, a cambio de avances en sus aspiraciones secesionistas, en un país que hasta 1990 estuvo dividido en dos Estados, norte y sur.
Esta alianza, siempre frágil, se ha visto interrumpida en varias ocasiones, aunque pocas veces con la gravedad registrada a comienzos de este mes. Entonces, fuerzas separatistas lanzaron una ofensiva en Hadramut que se saldó con la muerte de 32 soldados yemeníes, en un momento en el que los independentistas del sur han reforzado notablemente su presencia en esta provincia estratégica.