El alto mando del Ejército Popular de Corea del Norte, representado por Ko Jong Chol, vicejefe del Estado Mayor General, ha declarado que el pasado martes, militares de Corea del Sur realizaron múltiples disparos de advertencia, sumando hasta diez, contra las fuerzas norcoreanas en la frontera sur de ambos países, calificando el acto como una ‘peligrosa provocación’.
‘El 19 de agosto, los belicistas militares de (Corea del Sur) cometieron una provocación tan grave como disparar más de diez tiros de advertencia con una ametralladora de gran calibre de 12,7 milímetros contra los soldados de (Corea del Norte) que estaban construyendo una barrera permanente cerca de la frontera sur’, se indica en un comunicado difundido por la agencia KCNA.
En el sitio del suceso, las autoridades de Corea del Norte están erigiendo un muro fronterizo para delimitar claramente la separación entre las dos naciones, y según ellos, Seúl ha intensificado las provocaciones, utilizando altavoces para enviar mensajes que culminaron en estos disparos.
Las autoridades norcoreanas han comunicado que incluso informaron a Estados Unidos sobre este proyecto de fortalecimiento fronterizo, que se encuentra completamente dentro de su ‘territorio soberano’.
‘Separar completamente el territorio donde (Corea del Norte) ejerce su soberanía del de (Corea del Sur) es el compromiso de eliminar el factor de tensión creciente en la zona fronteriza sur, de gran importancia militar, y asegurar un entorno estable, de modo que no represente una amenaza para nadie’, aseguró Ko Jong Chol.
La frecuencia y agresividad de los mensajes a través de megafonía han aumentado, incluyendo amenazas directas de ‘dispararemos’. ‘Las provocaciones que irritan a nuestro personal persisten y, peor aún, se vuelven más violentas y aumentan de escala de forma explosiva’, se lamenta en la nota.
Este incidente coincide con las maniobras militares que comenzaron este lunes por parte de Estados Unidos y Corea del Sur, que durarán once días e involucrarán a casi 40.000 militares. Para Pyongyang, esto representa ‘una provocación premeditada y deliberada destinada a provocar un conflicto militar de principio a fin’.
Ante futuros ataques no anunciados, Pyongyang ha advertido que responderá y no se hará responsable de las ‘graves consecuencias’ que puedan surgir. Por otro lado, Corea del Sur ha reconocido los disparos, justificando que fueron necesarios tras una violación de la línea de demarcación por parte de tropas norcoreanas.
‘Se tomaron medidas, como disparos de advertencia, después de que soldados norcoreanos violaran la MDL en una zona central del frente alrededor de las 15.00 horas del martes, y se retiraron’, declaró un oficial surcoreano, según reportes de Yonhap.














