La mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, ha expresado nuevamente su descontento respecto al pacto entre el gobierno estadounidense y Ovidio Guzmán López, hijo del notorio narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán. Sheinbaum ha puesto en duda la consistencia de la política de Estados Unidos de no negociar con terroristas, especialmente después de que el Cártel de Sinaloa haya sido designado como tal por la administración de Trump.
Por un lado nombra terroristas a las organizaciones delictivas, tienen una política de no negociar con terroristas, y si hay un acuerdo, ¿en dónde queda su posición de no negociar con grupos terroristas?, se ha preguntado la presidenta.
Sheinbaum alude al convenio consolidado recientemente por el Departamento de Justicia de EE.UU. y Ovidio Guzmán, donde este último acordó admitir su culpabilidad y colaborar con las autoridades a cambio de ventajas en su sentencia. Este arreglo motivó que la Fiscalía de Nueva York desestimara los cargos por narcotráfico contra el hijo de El Chapo, trasladando el caso a un tribunal de Chicago, donde está previsto que se declare culpable de cinco cargos el 9 de julio.
Este tipo de acuerdos suelen implicar una reducción importante de la sentencia, protección para sus familiares, condiciones especiales durante su estancia en prisión, e incluso un traslado a un centro penitenciario menos riguroso.
Sheinbaum ha reprochado a Washington la falta de transparencia sobre este acuerdo, especialmente considerando que Guzmán también enfrenta cargos en México y recordó que fue arrestado por las fuerzas de seguridad mexicanas en una operación que resultó en la muerte de dos agentes.
Estados Unidos tiene la obligación de estar en coordinación con la Fiscalía General (…) es algo que está establecido en acuerdos internacionales, enfatizó la presidenta, subrayando la importancia de la coordinación, colaboración e información continua, así como de la confianza mutua y el respeto a la soberanía.
Arrestado en México en 2023 durante una operación en Sinaloa, el líder de Los Chapitos, una de las ramas del Cártel de Sinaloa, fue extraditado poco después a Estados Unidos. Al igual que Ovidio, su hermano mayor, Joaquín, también ha estado negociando con las autoridades estadounidenses algún tipo de acuerdo para reducir sus condena, después de ser detenido hace casi un año en un aeropuerto cerca de El Paso, en Texas, junto a Ismael El Mayo Zambada, otro líder del cártel, quien sospecha que fue traicionado por la familia Guzmán.