El Gobierno sirio ha asegurado este viernes que la retirada definitiva de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra el régimen del expresidente Bashar al Assad supone “un avance importante” que “contribuye a aliviar las cargas del pueblo sirio y abre el camino para “una nueva fase de recuperación y estabilidad”.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores ha subrayado que “Siria expresa su agradecimiento y reconocimiento a Estados Unidos y su gratitud a países hermanos y amigos que contribuyeron, a través de sus posiciones y esfuerzos diplomáticos, a apoyar los esfuerzos encaminados a poner fin a estas sanciones, basándose en su compromiso con la estabilidad regional y el respeto a la soberanía y la unidad de Siria”.
El departamento ha añadido que esta decisión “constituye un punto de partida” para la reconstrucción y el desarrollo del país, e insta a todos los ciudadanos sirios, tanto residentes como en la diáspora, a “contribuir a los esfuerzos de recuperación nacional”.
Al mismo tiempo, Exteriores ha reiterado su llamamiento a los inversores internacionales y a los empresarios sirios para que “participen en la reconstrucción”. En la nota, el Gobierno “renueva su compromiso con una acción nacional responsable y con la apertura y la cooperación constructiva con la comunidad internacional”.
La eliminación de estas medidas punitivas queda recogida en la denominada Ley de Autorización de Defensa Nacional, aprobada por las dos cámaras del Congreso estadounidense. Este amplio texto, que fija el presupuesto de Defensa para el ejercicio fiscal de 2026 y se extiende a unas 3.000 páginas, incluye la derogación de la Ley César para Siria, que constituía el marco legal de una batería de sanciones destinadas a aislar al antiguo régimen de Al Assad por la supuesta comisión de crímenes de guerra y de lesa humanidad.
El regreso del capital foráneo se considera determinante para la reconstrucción del país. De acuerdo con cálculos del Banco Mundial, serán necesarios al menos 200.000 millones de euros para reparar las infraestructuras esenciales de Siria tras casi catorce años de conflicto armado.
Ahmed Al Shara asumió la presidencia de transición después de la caída de Al Assad en diciembre de 2024, consecuencia de una ofensiva conjunta de grupos yihadistas y facciones rebeldes liderada por Hayat Tahrir al Sham (HTS). Esta organización estaba entonces encabezada por el actual mandatario, conocido en aquel momento por su nombre de guerra, 'Abú Mohamed al Golani'.